1915 Un Charron en los Valles de Núria
A medida que transcurría el siglo veinte, los automóviles fueron evolucionando. Ganaron potencia, robustez, comodidad y fiabilidad, con lo cual los viajes y excursiones podían hacerse con mucha más seguridad. Las carreteras también fueron mejorando y así se construyeron vías, o se ampliaron las existentes, con mayor anchura, mejores firmes y obras de fábrica abundantes para no tener que meterse en ríos y torrentes. Todo esto comportó la aparición del turismo en automóvil, un movimiento que fue creciendo a medida que pasaban los años.
De las excursiones que se hacían, muy a menudo se tomaban fotografías como recuerdo, pues los viajes eran auténticas aventuras. Por suerte, algunos de estos documentos gráficos han llegado hasta nuestros días, como las fotos que presentamos aquí. Tienen un gran valor, tanto histórico como sentimental; y bastante mérito, pues las cámaras de la época eran grandes, pesadas y engorrosas. A lo que hay que sumar la dificultad que suponía el hecho de que el material sensible fuese una placa de vidrio para cada instantánea, en lugar de un carrete de celuloide.
En 1915, seis amigos hicieron una excursión desde Barcelona por la zona de Ribes
de Freser con un espléndido Charron de 1914 matrícula B-1749, del que era titular
la señora María Andreu. Iban acompañados por un perro negro, bastante grande.
En la primera foto aparecen cinco de los turistas y el can, fotografiados por el sexto
viajero, sobre una carretera nevada que, probablemente, era la de la Collada de
Tosses. Todos van equipados con gruesos abrigos, gorras, bufandas y jerséis de
cuello alto aunque, curiosamente, ninguno lleva gafas de protección, un equipo indispensable en las polvorientas carreteras de la época. No nos constan las dificultades que debieron tener para reemprender la marcha en subida, con nieve y sin llevar cadenas, pero es casi seguro que parte de la tropa tuvo que empujar el vehículo para arrancarlo.
El auto, impecablemente limpio, es un Charron, posiblemente el modelo 16 CV tipo PA, de 4 cilindros y 3,4 litros de cilindrada. Tanto el aspecto general del capó como el gran radiador situado detrás motor, recuerdan a los Renault de la época. Pero la forma exacta del morro del coche, así como la insignia ovalada con la inscripción Charron Ltd. permiten distinguirlos. Aunque la marca Charron era francesa, fundada por Fernand Charron y sus socios Girardot i Voigt, en 1906 fue adquirida por capital inglés y la sede social trasladada a Inglaterra, lo que explica el “Ltd” de la marca; oficinas y fábrica continuaron en Francia. De serie, este modelo no llevaba instalación eléctrica, los faros eran de acetileno y el encendido por magneto. Sorprende por ello la presencia de un avisador eléctrico tipo “Klaxon” en el lateral izquierdo, que creemos debía alimentarse desde una batería adicional.
En la segunda fotografía, ya en la bajada, tomada en una cota bastante inferior y sin nieve, el personal ha bajado a estirar las piernas. Al vehículo se le ve lleno de barro y salpicaduras. La imagen está tomada desde el lado del conductor, el derecho, y muestra la rueda de recambio acompañada por dos neumáticos adicionales, pues los pinchazos eran muy frecuentes en aquella época. También se ve una segunda bocina que es una Tenor, fabricada en Francia, que funcionaba por el aire comprimido procedente de un compresor, movido por fricción desde el volante del motor.
Estos testimonios gráficos son extraordinarios. Lástima que no tengamos más datos del vehículo ni de los personajes que aparecen.
Texto y fotos, Luis Cascante Gomis, socio ACV nº 57.